Esta ruta la hicimos en el puente de la Constitución de 2010. La primera parada es en el Yacimiento Arqueológico Romano Celsa, en Velilla de Ebro. Fue una colonia de ciudadanos romanos, por tanto libres, fundada hacia el año 44 a. C. y abandonada poco después del 70 d. C., probablemente debido al auge de Caesaraugusta. Presenta un conjunto de terrazas urbanizadas y el muelle de un puerto fluvial, además de una necrópolis, una panadería y varias casas y villas de importancia. Queda mucho por excavar.
Nos damos una vuelta por Tarazona, la ciudad mudéjar. Ya hemos estado aquí varias veces, esta ciudad siempre pilla de paso
La plaza octogonal, antigua plaza de toros
La siguiente parada es en el Cementerio Municipal de Bilbao. Otra sesión de necroturismo
En San Sebastián disfrutamos del Peine del viento, de Chillida
Camino de Saint Jean Pied de Port encontramos un poco de nieve
Pero en Sain Jean Pied de Porte lucía un sol espléndido
Y de allí a Eunate, una de las joyas de esta salida. La Iglesia de Santa María de Eunate, está en medio de la nada, en un paisaje llano y abierto que aumenta el encanto uno de los templos románicos más interesantes de Navarra. Construida en la segunda mitad del siglo XII, es de planta octogonal irregular con ábside pentagonal y torre en el lado de la epístola. Está rodeado por una galería porticada de 33 arcos, con capiteles decorados. Muchos la relacionan con los Templarios.
Mientras estábamos dentro de la iglesia, llegó un grupo numeroso de vascos que resultaron ser un coro, se pusieron a cantar y fue una experiencia maravillosa.
Puente la Reina debe su nombre a la Reina Doña Mayor, esposa de Sancho Garcés III, el Mayor (rey de Navarra 1005-1035). Fue ella quien mandó construir el hermoso puente sobre el río Arga.
Repoblada por el rey Alfonso el Batallador (1194-1135), Puente la Reina ocupaba una privilegiada situación en la confluencia de las rutas procedentes de Francia y, sin duda, esto facilitó su desarrollo. La iglesia de Santiago el Mayor es de esta época, aunque ha sufrido tantas modificaciones que sólo quedan de esa época la bella portada sur y otra enrejada situada en el hastial de poniente
La siguiente parada es en el monasterio de Irache, cuyos orígenes se remontan al siglo VIII y algunos edificios actuales guardan partes del siglo XI, una iglesia románica del siglo XII, un claustro plateresco y una torre herreriana, de cuando el monasterio fue ocupado por una congregación benedictina de Valladolid.
Y acabamos con otra joya, la iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río, construida entre 1160-1170, y que también se considera de origen templario.
Es de planta octogonal cubierta por una cúpula es de nervios que no se cruzan en el centro, como las del mihrab de la mezquita de Córdoba
Un fin magnífico para una bonita excursión